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Las primeras galletas creativas

Jean-Honoré Olibet (1817-1891) se estableció en el barrio Saint-Pierre de Burdeos alrededor de 1840 y se involucró en la producción artesanal de galletas de pasta seca. En la época, estas collaciones eran muy preciadas por los marineros debido a su capacidad de larga conservación. El joven emprendedor empezó también a producir galletas creativas para satisfacer consumidores burgueses.

La aventura inglesa

Unos años después, el hijo de Jean-Honoré, Eugène (1844-1915) integró la empresa. Tras una estadía de un año en el Reino Unido alrededor de los 1860, convenció a su padre importar equipo de fabrica-ción, principalmente el horno de transporte por cadena, comúnmente llamado “horno inglés”. Los Oli-bet “Joven & Hijo” obtuvieron una posición de pioneros y cubrieron el mercado de Francia metropoli-tana gracias a la venta de una amplia gama de galletas de sabor “absolutamente inimitable”…

La primera fábrica de galletas

La Société des Biscuits OLIBET (Sociedad de Galletas OLIBET) inauguró la primera fábrica de galle-tas en Francia, en Talence (cerca de Burdeos) en 1872. Tres más siguieron : en Suresnes (1879), en Tassin-la-Demi-Lune en la región de Lyon (1883) y después en Renteria, en el País Vasco Español (1895). En paralelo, la “Primera Marca Francesa” coleccionó las distinciones y las medallas: obtuvo más precisamente la medalla de oro a la Exposición Universal de Paris en 1889.

Las primeras publicidades

El éxito de las galletas OLIBET se sustenta en gran parte en una red de depósitos en las ciudades más grandes de Francia, uno de los cuales se encuentra en la calle de Rivoli a Paris. Estos depósitos abas-tecen los mayoristas y los minoristas regionales, y pueden contar con la notoriedad de la marca a tra-vés de una comunicación muy creativa. OLIBET tiene como objetivo asociarse con numerosos artistas para promover la cualidad de sus productos.

La caída y el regreso

Al principio del siglo XX, se multiplicaron los competidores y, después de la segunda guerra mundial, la emergencia de la gran distribución amenazó OLIBET a causa de la desaparición de los comercios de proximidad, sus aliados históricos. La empresa se declaró en quiebra por primera vez en junio 1977, y pasó por reestructuraciones y recompras hasta la liquidación definitiva en 2012. Hoy, seis generacio-nes después de Jean-Honoré, la descendencia de OLIBET aspira a dar una nueva vida a las galletas de sus ilustres antepasados.

HABLAN DE NOSOTROS…

Obra de consulta : Le Livre d’Or de la Gironde, redacción colectiva (R. Wagner, 1914), Le biscuit et son marché, Olivier Londeix (Presses Universitaires de Rennes, 2012), Echanges et métissage des cultures matérielles entre la Nouvelle-Aquitaine et les outres-mers, Michel Figeac (Maison des Sciences de l’Homme d’Aquitaine, 2021), Demi-Lune, Jean-Marie Pontaut (Fayard, 2005), Les Biscuits Pernot, Albert Ricois (Raison & Passions, 2007).

En los museos: OLIBET se encuentra en el Musée d’Histoire Urbaine et Sociale (Museo de Historia Urbana y Social) de Suresnes y en el Musée Aquitaine (Museo Aquitania) de Burdeos.

En la prensa: OLIBET pasa a la radio y a la televisión.